Los Neoyorquinos han tenido lazos Fuertes con Miami. Desde el boom de las tierras en los años 20’ a los días de gloria en los 50’ y 60’, cuando la ciudad era el patio de juegos de los millonarios. En la década del 90’, un grupo de fotógrafos de la Gran Manzana ayudó a colocar a Miami en el mapa de la moda. El capítulo más reciente de la historia entre ambas ciudades encuentra a Miami como imán de las inversiones neoyorkinas, con compradores que llegan con menos fanfarria que años pasados, pero con mucho mayor volumen de capitales. Y no llegan solo a adquirir propiedades-trofeo, sino que disfrutan del estilo de vida de la ciudad.
Los habitantes de Nueva York que se dirigen a Miami, pueden hoy hallar el mismo tipo de cultura, comidas y entretenimiento que dejan detrás. No en vano Miami empieza a denominarse como “el Manhattan del sur de la Florida”. Hasta pueden verse sucursales de los mismos restaurantes de dicha ciudad.
Miami ha crecido. Mientras el mundo veía en la ciudad un mercado inmobiliario con una oferta de 20 años en stock sin ninguna demanda posible en esa magnitud, dado el influjo de capitales latinoamericanos, ocurrió el boom inmobiliario. Las inversiones comenzaron a llegar de Venezuela, Argentina, Brasil y otros lugares.
Por otra parte, cada vez más los desarrolladores están prestando atención a lo que los neoyorquinos quieren en el diseño de edificios. Mientras que las características distintivas de Miami siguen ahí, se le agregan servicios de toda clase, similares a los de la Gran Manzana, como acceso a un spa privado , bar, sala de cine , piscinas y cabañas y sala de juegos. En cuanto a la distribución del espacio, en la Ciudad del Sol, se disfruta de mayor amplitud y ambientes más abiertos.
El precio es otro de los factores claves del vínculo entre Miami y Nueva York. La Ciudad del Sol resulta una opción razonable para los neoyorquinos. Otro factor importante es el clima. Cada vez más, los habitantes de Nueva York eligen a Miami como una plaza de inversión, mientras la ciudad parece mantener el ritmo de muy buen modo.